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EL AñO DEL RELANZAMIENTO DE LOS CENTROS COMERCIALES

Los centros comerciales lograron cerrar el año anterior con una afluencia de personas similar a la de la pre pandemia. El número de locales desocupados disminuyó y ante la “nueva normalidad” estas organizaciones buscan reacomodarse.

Sin embargo, no deja de preocupar el hecho que en Bogotá y Cali de acuerdo al Mapa Inmobiliario de Centros Comerciales 2022 realizado por Mall & Retail,  en Bogotá hay un inventario de 146.454 m2 disponible, mientras que Cali la cifra llega a los  57.407 m2 , equivalentes a 1.810 locales desocupados, con tasas de vacancias del 13,8 % y  17,9 % respectivamente. Sumadas las dos disponibilidades seria como tener 2 centros comerciales del tamaño de Centro Mayor desocupados.

 

Entre los ajustes que se observan en un centenar de centros comerciales se destacan el aumento de la presencia del deporte. Tiendas especializadas, gimnasios, proyectos de boleras, sports bar están a la orden del día. 

Mención especial para el ciclismo(recordemos las tiendas de Rigo y de Nairo), cuya práctica gana más adeptos y status. 

 

También los “coworking” han llegado al “mall” porque es un espacio ideal para el trabajo fuera de la oficina convencional. El sector educativo, en particular centros de idiomas y la salud representada en consultorios, clínicas odontológicas y EPS, encontraron en los centros comerciales un espacio ideal, con el aditamento que genera mucho tráfico. 

Otro protagonista de la era post pandemia es el neologismo delivery y las llamadas cocinas ocultas. Las innovaciones también se palpitan en la gastronomía y ya no es exótico encontrar restaurantes a mantel, cuya filosofía y nicho de mercado son bien distintos a las plazas de comidas. El servicio de parqueadero se ha automatizado, para comodidad de los clientes.

 

En este año los centros comerciales ofrecen una renovada mezcla comercial y vuelven a encontrar el espíritu de la plaza principal del centro tradicional de las ciudades. Es más, ahora que la pandemia trata de quedar completamente atrás, quizás en los centros comerciales sea donde las ciudades podrían recobrar parte de la convivencia ciudadana que estaban perdiendo.

Los retailers están gestionando escasez.

 

Estas misma preocupaciones frente a la disponibilidad de espacios comerciales también la está viviendo el comercio detallista moderno en el mundo. Con el afán de optimizar los puntos de venta físicos. 

 

El desafío ahora es qué hacer con los metros cuadrados que aparentemente sobran ante el crecimiento del comercio digital. En Colombia y en general en Latinoamérica las cosas tienen otro matiz, como quiera que muchas ciudades intermedias le ofrecen al comercio de gran formato muchas oportunidades para aumentar el área física de ventas. Igual les sucede a los centros comerciales.

Sin embargo, los planes de todas las cadenas de almacenes y de supermercados incluyen cuantiosas inversiones en comercio electrónico, así como remodelaciones de amplio espectro en varias de sus tiendas. Hay un poco de cautela en lo que concierne a la apertura de nuevos locales, incluidas las tiendas de descuento duro. 

 

Ello, no sólo por el desarrollo del e-commerce, sino porque no se repetirá el “boom” de consumo registrado en 2021 gracias al rebote de la economía y a los apoyos gubernamentales. Con la vuelta a la normalidad, el desabastecimiento de mercancías en el mundo y la alta inflación, el desafío gerencial en el corto plazo es gestionar la escasez. 

Si bien el covid aceleró el cambio digital y la adopción de la compra electrónica, este fenómeno ha sido mucho más acentuado en Estados Unidos, al punto que cadenas como Macy′s, Gap, Lowe′s, Kmart, Victoria′s Secret, Bed Bath & Beyond están cerrando o achicando sus locales. 

 

Estos gigantes del retail  han destinado parte de sus salas a facilitar el abastecimiento de los compradores digitales, estableciendo tiendas “oscuras” para atención exclusiva de los despachadores de última milla y zonas de entrega en tienda para consumidores finales. En nuestro país ya se observa que grandes cadenas han optado por achicar sus hipermercados, traspasar ese espacio a otras marcas, y subarrendar los metros sobrantes a negocios complementarios.

 

Fuente: Con información de Bitácora Económica de Fenalco