Las tiendas por departamento, han desempeñado un papel fundamental en la historia del retail. Estos establecimientos han sido testigos de la evolución del comercio y han dejado una huella perdurable en la forma en que las personas compran.
Desde su surgimiento a mediados del siglo XIX, estos formatos revolucionaron la experiencia de compra, ofreciendo espacios con una amplia variedad de productos bajo un mismo techo, desde moda y accesorios hasta electrodomésticos y artículos para el hogar. Esto les permitió a los consumidores encontrar todo lo que necesitan en un solo lugar, ahorrando tiempo y esfuerzo.
Durante todo este tiempo, han mantenido un formato físico que se ha estructurado en torno a la marca y al producto. Sin embargo, en la era de la hiperconveniencia, muchos consumidores están cuestionando la eficacia de este modelo.
Las tiendas por departamentos tradicionales suelen tener un diseño extenso y laberíntico, lo que puede resultar en una experiencia de compra frustrante y poco eficiente para los consumidores. En lugar de encontrar rápidamente lo que buscan, los clientes a menudo se ven obligados a dar vueltas por la tienda, pasando por múltiples secciones y marcas para encontrar el producto deseado. Esto no solo consume tiempo, sino que también puede generar confusión y agotamiento.
En contraste, la mentalidad del consumidor moderno se ha inclinado hacia la inmediatez y la eficiencia. Los avances tecnológicos y la creciente prevalencia del comercio electrónico han permitido que los consumidores encuentren rápidamente productos específicos a través de búsquedas en línea y filtros personalizados. En este sentido, las tiendas por departamentos tradicionales parecen desactualizadas y no cumplen con las expectativas actuales de los consumidores.
La hiperconveniencia se ha convertido en una prioridad para los compradores de hoy en día. Ellos buscan una experiencia de compra que sea rápida, eficiente y personalizada a sus necesidades individuales. Las tiendas por departamentos, en su formato actual, a menudo no satisfacen estas demandas.
Los consumidores desean poder encontrar rápidamente las marcas y productos que desean, sin tener que navegar por grandes áreas de la tienda. La concentración de las marcas y productos relacionados puede ahorrar tiempo y mejorar la satisfacción del cliente.
En este contexto, las nuevas formas de comercio minorista han comenzado a ganar terreno. Los modelos de comercio electrónico, las tiendas especializadas y las experiencias de compra personalizadas están desafiando la supremacía de los grandes almacenes tradicionales. Estos nuevos enfoques buscan proporcionar a los consumidores un acceso más rápido y eficiente a las marcas y productos que desean, a menudo aprovechando la tecnología y la recopilación de datos para ofrecer una experiencia de compra más personalizada.
Es posible que los grandes almacenes necesiten considerar la implementación de nuevas estrategias para adaptarse a las expectativas cambiantes de los consumidores. Esto podría incluir la adopción de tecnologías que faciliten la búsqueda y el acceso rápido a productos específicos, así como la reorganización de la tienda para concentrar las marcas y los productos relacionados.
Laureano Turienzo, Presidente de la Asociación Española del Retail, en un reciente artículo publicado en LinkedIn, da luces sobre como este formato está llegando a la obsolescencia.
Señala, “Es el único formato comercial donde para comprar un pantalón, por ejemplo, tienes que desplazarte a muchos lugares. Los productos, en muchas ocasiones, están ubicados en microtiendas de una marca dentro de la tienda. Es decir, si vas a comprar un pantalón, no encontrarás una sección de pantalones hombres en un solo lugar de la tienda, sino que tendrás que viajar por islas de marcas”.
“Por ejemplo, si vas a buscar un vino en un supermercado físico, vas a la sección de los vinos donde están todos agrupados. Si vas a una ferretería a por una bombilla, sabes dónde ir exactamente. Si vas a una tienda de electrónica de consumo, y quieres comprarte un televisor, vas a la zona de televisores donde están todos agrupados. Si vas a una tienda de conveniencia, verás que todo está ordenado para que tu compra sea rápida y conveniente” Afirmo Turienzo.
Para el experto, “Los grandes almacenes llevan con el mismo formato físico, estructurado en torno a la marca y al producto, desde hace más de un siglo. Han aterrizado gigantescas olas de consultores y nadie ha hablado de este problema cardinal. Lo cual es sorprendente, pues los aleja de las formas de consumo, donde la hiperconveniencia en las búsquedas y en el tiempo en las tiendas es crucial”.
Concluye Turienzo, “Hoy los consumidores, en un mundo de hiperpersonalización y conveniencia, están acostumbrados a encontrar las cosas con facilidad. Esto no sucede en muchas ocasiones en los grandes almacenes, ya que si no eres fan absoluto de una marca, lo que quieres es pragmatismo en la búsqueda y no estar dando vueltas por una tienda para comprobar 20 marcas, cuando estás podrían estar concentradas”.
“No es un tema fácil de solucionar, puesto que el origen vernáculo de una tienda departamental tiene que ver con pequeños microuniversos cedidos a una marca en particular, pero la realidad es que mientras todos los formatos han evolucionado hacia la sencillez en la búsqueda, los grandes almacenes siguen anclados en el siglo XX. Y sería preciso, revisitar el concepto, quizá sin borrar el protagonismo propio de las marcas, pero facilitando la búsqueda y la conveniencia de los consumidores”. Finalizó el Presidente de la Asociación Española del Retail.
Fuente: Mall & Retail.