El año que termina ha sido complejo en materia económica: una inflación que alcanzó un techo histórico del 13,34 % en marzo de este año, con la consecuente subida de tasas de interés (actualmente en un 13,25 %) y la desaceleración general de la economía, luego de los excesos de 2022. Estos tres factores han llevado, entre otros asuntos, a una caída sostenida en el gasto de los hogares colombianos.
Esta baja se manifiesta en prácticamente todos los renglones de la economía, ya que es bien sabido que el consumo local es uno de los principales motores económicos en Colombia. Pero uno de los sectores en donde más se puede ver esta confluencia de factores es el comercio, que en el tercer trimestre de este año registró una contracción del 3,5 %, apenas por debajo de la industria y la construcción (dos sectores también golpeados por la baja en el consumo).
En este difícil escenario, donde las familias buscan optimizar sus procesos de compra, las llamadas tiendas de descuento duro comienzan a consolidar oportunidades.
El sector de alimentación es estable en general, ya que tiene una demanda constante, ya que la gente tiene que alimentarse. El sector discount puede exponer más su propuesta de valor justamente en momentos de alta inflación, en los que el poder adquisitivo baja, con lo cual son negocios contracíclicos. Frente a un comprador cada vez más omnicanal, menos leal y más preocupado por el precio, estos formatos tienden a ser mejor percibidos.
Según Kantar Colombia, con cifras del tercer trimestre del año que termina, los discounters alcanzan su participación máxima histórica en el mercado, llegando al 23%, lo que representa un aumento del 7% respecto al 2020, afectando directamente al canal tradicional y a los minimercados.
El mismo estudio revela que de los nuevos compradores que han ingresado a los discounters en agosto de 2022, el 16% solía comprar en grandes cadenas, el 25% en minimercados y el 28% en canales tradicionales. Sin embargo, en agosto de 2023, el discounter pasa a ser el canal más importante para el gasto de las personas, con un 23%, desplazando a los otros canales.
Estos datos representan un desafío para los tenderos de los canales de venta tradicionales, ya que las ventas en las tiendas de barrio y minimercados han disminuido un 14% en lo que va del año debido al aumento en los precios de productos básicos. A largo plazo, se espera que las ventas en tiendas de barrio experimenten una pérdida del 12% en la frecuencia de compra.
En el mercado de las tiendas hard discount en Colombia, tres empresas se destacan: D1, Ara e Ísimo. Estas tiendas han logrado una sólida presencia en el país y han experimentado un crecimiento significativo en los últimos años. La competencia en este sector sigue intensificándose, ya que los consumidores buscan precios más bajos y ofertas atractivas.
D1 lidera el mercado; la empresa cerrará con más de 2.400 puntos de ventas, de los cuales 220 son tiendas nuevas. Para el próximo año, la marca espera abrir 340 nuevos locales. Le sigue Tiendas Ara, que abrió un total de 148 tiendas en nuestro país durante 2023, completando un total de 1.241 establecimientos, incluidas 13 tiendas bajo el concepto de franquicia. En tercer lugar está la recién llegada al sector (noviembre de 2022), Almacenes Ísimo, de la mano del Grupo Empresarial Olímpica, propiedad de la familia Char de Barranquilla, que cerrará el año con más de 400 tiendas en todo el país.
Finalmente, hay que recordar que la esencia de los hard discounters es ofrecer productos a precios más bajos, atrayendo a consumidores sensibles al precio, mediante una gama limitada de artículos y reduciendo costos en logística y publicidad masiva para mantener bajos los precios de sus productos.
Originado en Alemania con Aldi y Lidl después de la Segunda Guerra Mundial, este modelo de negocio ha sido históricamente una respuesta a la recesión económica. Se basa en ingresar a mercados maduros con propuestas de calidad a precios más bajos, apoyado en una red de proveedores con precios competitivos y eficiencia operativa. El hard discount seguirá generando cambios significativos en la estructura del mercado de abarrotes en Colombia, Latinoamérica y el mundo en los próximos años.
Fuente: Mall & Retail.