id de noticia 2897 El día del valor empresarial: una fecha para reconocer a los empresarios Colombianos

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EL DíA DEL VALOR EMPRESARIAL: UNA FECHA PARA RECONOCER A LOS EMPRESARIOS COLOMBIANOS

El 30 de abril se conmemoró en Colombia el Día del Valor Empresarial, una fecha establecida para reconocer el aporte de los empresarios al desarrollo económico, la generación de empleo y la transformación social del país. Aunque no es una efeméride ampliamente difundida como otras fechas empresariales o conmemorativas, ha ido cobrando relevancia en círculos gremiales, académicos y medios especializados.

Esta jornada busca exaltar el rol del empresario colombiano, especialmente en contextos de incertidumbre, crisis o transformación; promover una cultura de legalidad, sostenibilidad y ética empresarial; y reconocer la resiliencia y la innovación con las que muchos emprendedores y empresarios han enfrentado los desafíos del entorno. También pretende visibilizar casos ejemplares de liderazgo con impacto social y regional.

 

¿Por qué el 30 de abril?

 

La elección de esta fecha tiene un carácter simbólico: marca el cierre del primer cuatrimestre del año, momento propicio para reflexionar sobre los avances económicos y prepararse para el segundo semestre, fundamental para muchos sectores productivos.

"Que sea un motivo de celebración, con contundencia y sin pena ni vergüenza, el rol trascendental que ha tenido el sector empresarial en el desarrollo del país y de su gente.

 

A propósito de esta celebración, la empresaria paisa Juliana Velásquez, a través del programa Vélez por la Mañana, de Luis Carlos Velez, transmitido por plataformas digitales, hizo un sentido homenaje a los empresarios colombianos, que desde Mall & Retail queremos reproducir y amplificar.

El sector empresarial, compuesto por 1,5 millones de empresas y 21 millones de empleados, aporta el 85 % del PIB nacional y paga el 95 % de los impuestos del país. El 97 % de las empresas son micro, pequeñas y medianas, y el 58 % de la inversión en los últimos 40 años proviene del sector privado. Sin embargo, del 42 % de la inversión que le corresponde al Estado, la mayoría proviene de impuestos, es decir, de lo generado por las empresas (85 %, para ser exactos). Se puede afirmar que el origen de prácticamente toda la inversión en infraestructura, salud y educación es el trabajo del sector empresarial colombiano.

 

Somos un país de gente trabajadora y responsable, protagonista de los principales hitos del desarrollo nacional: los puertos, los sistemas de transporte público, el campo productivo, las pensiones, el sistema de salud (antes de su deterioro), las cajas de compensación familiar, entre muchos otros logros.

El bienestar alcanzado por los colombianos es fruto de un sector empresarial resiliente y comprometido con el país. Sin embargo, nos han señalado injustamente. El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, nos llamó ladrones, afirmando que nos robamos 220 mil millones en el pago de horas extras. No obstante, un estudio del BID y Confecámaras reveló que en 2022, 1 de cada 3 empresarios reportó no haberse pagado salario durante al menos tres meses para priorizar la nómina. En las pymes con menos de 10 empleados, esa cifra supera el 50 %.

 

Nos han llamado acaparadores, explotadores, aprovechados. Pero en Colombia, un empresario formal destina el 68,5 % de sus utilidades al pago de impuestos, parafiscales y cargas regulatorias.

Nos han tildado de enemigos del medio ambiente, la cultura y la educación. Pero a través de programas de responsabilidad social, las empresas colombianas invierten cerca de $1,5 billones anuales en proyectos sociales, ambientales y educativos.

 

Hemos contribuido a la creación de 24.000 colegios y 270 universidades. Porque, por encima de cualquier pensamiento político, nos une una identidad común: somos un país de clase trabajadora y clase empresarial. 

 

Y cuando una corriente política sataniza la creación de valor de las empresa, nos atacamos a nosotros mismos y nos volvemos vulnerables a politiquerías baratas que nos empobrecen y limitan nuestra capacidad de producción, para enriquecer a quienes nunca han producido un peso en su vida.

El mismo ministro que nos llama ladrones pertenece a un gobierno con escándalos de corrupción por más de $ 100 billones y que no ha hecho nada por formalizar al 56 % de la clase trabajadora, que sigue creciendo en la informalidad.

 

Por eso celebramos el Día del Valor Empresarial. Porque soy una empresaria orgullosa de lo que hemos logrado entre todos. Tenemos que creérnosla. Tenemos que convencernos del verdadero valor de nuestro trabajo. Tenemos que celebrar que con nuestro esfuerzo creamos riqueza, creamos valor para nosotros, nuestras familias y nuestro país.

 

Que este sea el último año en que permitimos que la informalidad, la corrupción y la politiquería nos roben la identidad y el honor de quienes verdaderamente construimos país."

 

Fuente: Mall & Retail.